Duckas fue fundada por Gustavo y Patricio Aguirre Saravia en el año 1983. En nuestros comienzos, brindamos servicio de ensilado a empresas agropecuarias en Santa Fe y Buenos Aires, siendo los primeros en el país en hacerlo con maquinaria automotriz de última tecnología para esa época.

En el año 1990 nos radicamos en la localidad de Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, en donde construimos los depósitos, talleres y la base logística para poder brindar nuestros servicios en cualquier punto del país. La característica que quisimos imprimirle a Duckas desde un principio fue la de ser la mejor opción a la hora de contratar la conservación de forrajes, capacitándonos y capacitando nuestro personal permanentemente, supervisando directamente los trabajos, manteniéndonos dentro de la última tecnología y asesorando al productor en las distintas etapas del proceso. En nuestros comienzos trabajábamos alrededor de 1.000 hectáreas por año, creciendo progresivamente hasta la actualidad, procesando alrededor de 15.000 hectáreas en la última campaña.

En el año 2002, junto a otros colegas, fuimos fundadores de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros, ente creado para difundir normas de calidad del servicio, capacitar a integrantes de las empresas y a los productores sobre la base de la extensión permanente mediante reuniones en todo el país, y para coordinar la colaboración entre contratistas con miras a brindar apoyo y servicios en forma solidaria para una mejor atención de los clientes.

Otra de las actividades que sumamos a lo largo de nuestra historia, y en base a la creciente demanda local e internacional de alimento, es la de producción y comercialización de megafardos de alfalfa. Así es que en el año 2009 nació la empresa Meganoa, dedicada exclusivamente a esta actividad, que no solo produce y comercializa, sino que también brinda el servicio de confección a terceros.

Además del servicio de confección de ensilajes y henos, el grupo sumó nuevas actividades a lo largo de los años. Una de ellas fue la incorporación de la prestación de servicios de movimiento de suelos, limpieza de fosas y corrales. Y de ella surgió la necesidad de utilizar como fertilizante esos desperdicios de las explotaciones ganaderas, de manera que empezamos a prestar el servicio de desparramado de estiércol, tanto sólido como líquido.